Keyword stuffing: escribir para humanos mirando a las máquinas de reojo
El desafío de este artículo va a ser hablar de keyword stuffing sin hacer keyword stuffing. Y empezamos mal.
Lo hemos dicho muchas veces: Google cada vez será más exigente con nuestra pluma. Cada vez más negocios y empresas deciden contar con los servicios de una agencia de marketing digital, precisamente porque las cotas de exigencia en la redacción y optimización de contenidos se están poniendo interesantes.
Algunos de los muchos conceptos que tienes que conocer si vas a generar tus propios contenidos es el de keyword stuffing. Como sabrás si alguna vez has leído nuestro blog, la nomenclatura SEO es auto explicativa si sabes inglés. Keyword= palabra clave, Stuffing= relleno. Relleno de palabras clave.
Keyword stuffing y penalización SEO
Los rastreadores de Google, esos algoritmos todopoderosos y a la vez impredecibles, convierten todas las palabras de una página en una secuencia numérica larguísima que después comparan con otras secuencias numéricas larguísimas.
Así es como, por ejemplo, detectan el contenido duplicado. En realidad, el keyword stuffing es esencialmente lo mismo, salvo que, en lugar de detectar réplicas entre diferentes páginas, los algoritmos las detectan dentro de un mismo texto.
Es verdad que a Google tenemos que dejarle las cosas claras. Las matemáticas y los ordenadores no tienen información referencial ni contextual. Si escribo: ella sobrevivió al 2007; tú puedes con 2021, la inteligencia artificial no tiene forma de saber que estoy hablando de Britney Spears.
Para eso existen las palabras clave: para que las SERP sepan de qué estamos hablando. Sin embargo, las formas de «lectura» artificiales pretenden acercarse cada vez más a un proceso humano de interpretación natural del lenguaje, y, por eso, cada vez nos castigarán más por, sencillamente, ser pesados.
Google quiere que escribamos para que nos lean las personas, y no sus rastreadores. Si nos pillan escribiendo con las máquinas en mente, nos quitan de la fila.
La paradoja de las buenas intenciones y la función metalingüística
Lo bueno y a la vez desesperante de los avances en PNL es que van un poco a parchetones: hace diez años el keyword stuffing era una práctica relativamente habitual, y hoy en día es impensable intentar conseguir posicionamiento a través de repetir una y otra vez la palabra clave objetivo a lo largo de un texto.
Eso por un lado está bien, porque genera obligatoriamente contenidos de mayor calidad. Pero, por otro lado, ¿qué pasa cuando la naturaleza del texto requiere la repetición constante? En lo que el lingüista Jakobson llamó la función metalingüística, el lenguaje se explica a sí mismo. ¿Cómo se explica algo a sí mismo sin repetirse?
Aquí van unas cuantas estrategias alternativas para evitar el keyword stuffing cuando parece imposible:
- Juega con la semántica. Sí, Google también reconoce (y premia) campos léxicos y semánticos. Y no, no vale con cambiar de singular a plural
- Usa tus recursos SEO. Saber establecer la jerarquía y arquitectura de tu web y sus páginas es tan fundamental como cualquier otra cosa, y tener una estructura clara y bien peinada te ayudará a no tener que estar aclarando cada dos palabras de qué va la cosa (además de que posicionarás mejor)
- Asesórate. Si ves que la parte de contenidos es un problema, invierte en los servicios profesionales de contenido.
Evitar el keyword stuffing consiste, en el fondo, en saber jugar al Tabú. En saber escribir medio bien, y en tener los conocimientos de SEO suficientes como para poder elaborar alternativas.