Tal vez esta sea una sentencia demasiado drástica para la cotidianidad de una agencia.
Muchas veces nos enfrentamos a proyectos en los que no contamos con información precisa y/o suficiente para empezar a prototipar y diseñar sobre una base sólida de contenidos. A nosotros nos sucede en 4 de cada 10 proyectos.
No hay briefing, manos a la cabeza… ¿Qué hacer ante esta circunstancia? Bajar a la tierra y ponerle una cuota altísima de realidad a esta situación te ayudará sobremanera.
La respuesta es simple: papel y lápiz + calma + café + research y comenzar a definir un brief sólido que nos ayude a entender las necesidades del proyecto, de la marca y, lo más importante, del usuario final.
A veces es importante presentarlo ante el cliente y obtener su visto bueno para poder ponernos manos a la obra. En otras ocasiones el uso que le demos será interno pero fundamental. Tienes un guión del que no te puedas salir por los bordes y un documento al recurrir cada vez que sea necesario.
Si hay brief, hay guión; si hay guión, hay peli.
Existen varios modelos de briefings (creativos, publicitarios, de marketing, de negocio…), los puedes encontrar en Internet a montones.
No existe un briefing común para todos los sectores y clientes. La información que necesitemos recopilar cambiará en función del proyecto, del cliente y del mercado al que vaya dirigido. Encuentra el tuyo y a funcionar.
En Onion Studio nos gusta empezar explicando por qué hacemos las cosas, luego cómo las hacemos y, por último, qué es lo que hacemos. De esta manera, anteponemos nuestros principios a la solución final, empatizamos mucho más con nuestro público objetivo y es más fácil diferenciarnos de la competencia.
Una vez definido el brief, llega la calma y con ella el prototipado (wireframe) y luego el diseño. Pero, llegados a este punto, habréis conseguido lo más importante: hacer que la rueda empiece a girar.