Con frecuencia cuando realizamos un proyecto web, tras las etapas de prototipado, diseño, maquetación y desarrollo y/o integración, solemos alcanzar la fase de formación al cliente en WordPress. Pero en paralelo solemos realizar por nuestra parte la primera inserción de contenidos en el panel como parte del proyecto, y dado que a menudo es recibido con cierta sorpresa, os queremos explicar por qué.
Y cuatro son los motivos principales que nos llevan a querer realizar internamente el primer volcado de textos e imágenes, que podemos resumir en:
- Planificar e incorporar la semántica adecuada
- Revisar y valorar las jerarquías del posicionamiento SEO
- Testear el desarrollo web y la integración WordPress
- Poner a prueba la idoneidad de cada diseño web elaborado
- Límites a tener en cuenta en la gestión de contenidos
1. Planificar e incorporar la semántica adecuada
A día de hoy, el avance de la llamada web semántica es imparable. Cuando hace diez o quince años se empezaba a hablar de ella parecía una entelequia, pero esta semana ya nos desayunábamos con que la última versión de Yoast incorporaría la posibilidad de asignar un schema diferente en función del tipo de contenido. Esto, claro está, dentro de unos predefinidos. Para un mayor grado de ajuste o personalización, aún se debe acudir a desarrolladores web o plugins.
Por ello, el volcado de los contenidos dista ya enormemente de ser un simple copia y pega desde un documento Word al campo principal de WordPress, al que después se le añade un título y una foto. Cada vez más, el formateado interno de cada bloque tiene un peso semántico específico, que conviene conocer, analizar y equilibrar para mejorar la indexación en buscadores y, con ello, la valoración global de nuestra web.
Una página correctamente semantizada mejora la valoración de la misma. Foto: Unsplash.
2. Revisar y valorar las jerarquías del posicionamiento SEO
Al mismo tiempo que realizamos la revisión semántica de los contenidos, tenemos la oportunidad de analizar la estructura SEO, principalmente, de encabezados y link-building interno.
Un content curator con experiencia posiblemente aprovechará este momento (y con razón) para recalcar por qué es tan importante que el contenido se empiece a trabajar en el mismo momento que la consultoría del proyecto. Pero siendo realistas, esto no siempre sucede. Y los redactores digitales se ven con frecuencia a trabajar contrarreloj sobre prototipos y diseños ya elaborados.
Por ello, es especialmente importante bajar a tierra los textos finales para poder optimizar la programación cliente, editar el enlazado interno, y que la jerarquía del posicionamiento SEO esté lo más orientada posible a las páginas que mayor interés revistan.
3. Testear el desarrollo web y la integración WordPress
Aunque para evitar el mayor número posible de casuísticas, solemos escindir el proceso de desarrollo en dos etapas separadas (frontend y backend), no hay mejor momento para valorar que la administración del panel de WordPress se adapta 100% a las necesidades del proyecto que realizar la primera gestión de contenidos.
No hay mejor momento para valorar el desarrollo WordPress que la gestión de contenidos. Foto: Unsplash.
De esta manera, podemos conocer en profundidad los formatos en que el cliente trabajará los textos, si requerirá algún tipo de formato especial (como tablas, o listas complejas) que no hayamos previsto, y cuya gestión convenga simplificar (o reestructurar).
Además, se reducen a la mínima expresión la posibilidad de lagunas en el desarrollo, ya que somos los primeros encargados de dejar el sitio web listo para su publicación.
4. Poner a prueba la idoneidad de cada diseño web elaborado
Un proceso similar al de desarrollo viene a ocurrirle al diseño web. A menudo, cuando el director de arte o el equipo de diseño inician su tarea, los contenidos son todavía algo lejano.
Pese a nuestras recomendaciones, con mucha frecuencia el proceso de diseño web se inicia tomando como referencia la web antigua. En algunos casos, incluso las de la competencia, o las de otras páginas que sirven de modelo.
Por ello, con la inserción final de contenidos también tenemos la oportunidad de reevaluar si el diseño se amolda a los contenidos. Por defecto o por exceso, ambas necesidades no siempre coinciden. Y si un contenido queda excesivamente recargada, u otros demasiado parcos, es el momento de revisarlo.
5. Límites a tener en cuenta en la gestión de contenidos de un proyecto WordPress
Sin embargo, este proceso puede tener un reverso tenebroso que conviene evitar. Por definición, todos los clientes -incluidos nosotros, cuando así lo mismos- vamos a percibir el proyecto como algo susceptible de mejora. Y por ello, conviene poner límites a esta fase.
Qué incluye la gestión de contenidos y qué no es algo que debe establecerse al inicio. Foto: Unsplash.
La gestión de contenidos en un proyecto WordPress no debe convertirse nunca en una enmienda para redefinir requisitos, objetivos y rediseñar pantallas. Es una fase de ajuste, y como tal debe ser expuesta.
Por ello es recomendable prestablecer los límites que dicha subida de contenidos va a incorporar: número de páginas, galerías, si incluye o no el contenido multimedia, etc. Esto, como en cualquier fase del proyecto, ayudará a ambas partes a saber qué esperar y diluir posibles grietas en la comunicación.
En resumen, cuidado con darle menos importancia a un aspecto clave de vuestro proyecto web. El éxito del marketing online de tu producto puede depender de ello… ¡no lo infravalores!