Todo el que haya trabajado alguna vez gestionando redes sociales, sabrá que es prácticamente imposible llevar adelante los perfiles de una cantidad considerable de clientes sin volverse loco. Abrir sesiones, cerrarlas, reabrirlas, recuperar contraseñas…
Por ello y para agilizar, a partir de cierto número es necesario contar con alguna herramienta que de alguna manera nos eche un cable, especialmente en las funcionalidades de planificación y programación.
De manera que, con esta base, nos pusimos manos a la obra. Después de mucho investigar sobre las herramientas actualmente a nuestro alcance, nos decantamos por Hootsuite.
A priori, Hootsuite parecía abarcar todo lo que necesitábamos. A un precio algo elevado, pero aparentaba ser la que más problemas nos iba a resolver.
¿Qué es lo que más nos atrajo?
- La posibilidad de visibilizar los datos de diferentes formas en el panel de control, pudiendo organizarlo por columnas, nos pareció una idea excelente.
- Que no se basa únicamente en la programación de publicaciones. Precisamente, mediante las columnas que hemos mencionado, nos permite estar al tanto de búsquedas, menciones, mensajes directos… Pudiendo responder, reaccionar e interactuar con los usuarios desde la propia herramienta.
- Permite trabajar en equipo: se pueden añadir varios miembros a los que se puede limitar más o menos en función del nivel de acceso que les otorgue.
En definitiva, a priori, muchísimas ventajas. De largo, la que más tenía de todas las que habíamos probado. Sin embargo, tras varios meses de trabajo cotidiano también fuimos descubriendo diferentes detalles que no nos gustaron tanto.
¿Por qué hemos dejado Hootsuite?
Intermitencias en la programación
Imaginad que compramos un pantalón que ha costado más dinero de lo que podrían costar otros pantalones que cumplen una función similar. Las expectativas son altas: se espera de él que te ofrezca algo diferente. Imaginad que pasan unos días y, sí, aunque el pantalón parece comodísimo, parece que la cremallera empieza a fallar. No falla todos los días, pero falla.
Así empezaron nuestros problemas con Hootsuite. Sin motivo aparente y con una notificación de aviso en el correo: “el mensaje programado de Hootsuite no se pudo enviar”. Algunas de las publicaciones que teníamos programadas no salían a la luz y esto era algo que no podíamos dejar pasar.
Conflictos con Instagram
El verdadero problema lo encontramos cuando quisimos comenzar a añadir las cuentas de Instagram de nuestros clientes. En un principio, Hootsuite no permitía publicar de manera directa. La única opción era programar a través de la herramienta y, en el momento en el que estuviese programada, aceptar desde el móvil su publicación. Sin embargo, hace unos meses, Hootsuite empezó a ofrecer la opción de publicar en Instagram de manera directa, lo que lo hacía mucho más cómodo y sencillo. Aunque todo parecía maravilloso, pronto volvieron a surgir problemas.
Uno de los requisitos para poder publicar de forma directa era tener un perfil de empresa en Instagram conectado a una página de Facebook y, por su parte, tener rol de administrador/editor en dicha página. Volviendo al proceso, al intentar verificar cualquiera de las cuentas, nos solicitaban usuario y contraseña de Facebook, pero únicamente nos permitía acceder a la publicación directa si se ingresaba el usuario y contraseña del creador de la página, no nos valía con ser administrador o editor (aunque desde el propio Hootsuite se asegurase que sí era posible). Leímos, investigamos, buscamos y rebuscamos sin éxito.
Esto se convirtió en un verdadero problema, ya que no tenía ningún sentido que un cliente tuviera que facilitarnos el usuario y contraseña de su perfil de Facebook el cual, en la mayoría de los casos, era un perfil personal.
Estadísticas irrelevantes (o inexistentes)
Otra de las funcionalidades que prometía mucho y se ha concretado en muy poco es la gestión de estadísticas. A priori, Hootsuite se preciaba de enviar un informe mensual directo a nuestro correo con los aumentos o caídas de la semana. Efectivamente, el correo llegaba, pero en un 90% de las ocasiones con todos los datos a cero, o a uno, independientemente de si en las cuentas se habían producido muchos o pocos cambios. En suma: la comunicación resultaba inservible.
Soporte técnico
Tampoco el soporte técnico, al que fuimos dando buena cuenta de las incidencias, nos resolvió gran cosa. En la mayoría de los casos, respondían muy rápida y amablemente -cosa que es de agradecer- pero solucionaban poco: acusaban recibo de la incidencia, la transmitían a otro departamento y, en ocasiones, si no se insistía, no había respuesta.
Conclusión
Hootsuite es, sin duda, una herramienta muy potente, pero lamentablemente la gran cantidad de incidencias que genera la hacen todavía inconsistente para una gestión de redes sociales a nivel profesional. Además de que las redes han ido incorporando posibilidades de programación, nos inclinamos ahora por probar herramientas menos potentes, pero más concretas y sólidas. Loomly y Buffer son las siguientes en la lista… ¡os contaremos!